La directiva de Telemadrid aprobó en Enero de 2012 un Expediente de Regulación de Empleo mediante el cual se despedía a 925 trabajadores, es decir, al 80 % de la plantilla. Ignacio González no contempla la readmisión de los trabajadores bajo ningún concepto.
Independencia de los poderes políticos, pluralidad
ideológica y carácter crítico son algunas de las características que no se
deben olvidar si hablamos de periodismo y de medios de comunicación.
La televisión pública nacía en el siglo XX con esas encomendaciones
bajo el brazo, ante la multitud de medios privados dispuestos a atentar contra
los principios éticos y morales que conforman la profesión como se ha visto en multitud de ocasiones. Sin embargo, con el paso de los años, muchas de
estas televisiones han dejado de ofrecer
un servicio digno debido a la intromisión de la esfera política central en
ellas.
Es el caso de Telemadrid, en donde el
declive comenzó con la llegada de
Esperanza Aguirre a la presidencia de la Comunidad en el año 2003 ya que
“transformó la cadena en un aparato de propaganda a su exclusivo servicio” tal
y como asegura Ángel García,
representante de UGT y afiliado a la plataforma Salvemos Telemadrid.
Desde entonces, por orden de la directiva, se han
realizado ejercicios de manipulación informativa
en todos los niveles, por ello, en 2004, muchos periodistas se negaron a firmar
sus informaciones y en 2007 denunciaron en el Parlamento Europeo la manipulación informativa que se estaba
llevando a cabo en la cadena.
En 2012 el Ente Público Radio Televisión Madrid (RTVM) sufría tres
crisis: una crisis de deuda ya que debía 242 millones de euros, otra de
audiencia ya que los niveles estaban en el 5,9 % y otra de publicidad que
suponía una pérdida de ingresos muy grande. En ese contexto, Ignacio González
anunció que se iba a llevar a cabo un ERE en Mayo y contrató a la consultora
Deloitte y Cuatrecasas para que llevará a cabo un informe sobre la situación
financiera de la cadena.
Asímismo, se acordó reducir la subevención un 35 % en 2013. De esta manera, se pasaba de 131 millones de euros a 84 millones.
Asímismo, se acordó reducir la subevención un 35 % en 2013. De esta manera, se pasaba de 131 millones de euros a 84 millones.
ERE y negociación
El informe redactado hablaba en primer lugar de aplicar un
ERE de 925 despidos debido a la “insuficiencia presupuestaria” existente, y en segundo lugar, de privatizar o
“externalizar” determinadas áreas funcionales, lo que significaba según ángel
García, dividir Telemadrid y venderla a empresas interesadas, algunas de ellas
son Vértice 360 Servicios Audiovisuales en donde está situado el que fue
ministro con Aznar, Josep
Piqué, o Secuoya en donde se encuentra Miguel Ángel Rodríguez, ex portavoz
del gobierno de Aznar.
Finalmente, en Noviembre del pasado año, la consultora redactó el informe y la directiva inició los trámites para llevar a cabo el
despido de los 925 trabajadores en una plantilla de 1.164. La directiva seguía,
así, un proceso muy similar al que había llevado a cabo con anterioridad, la
directiva del valenciano “Canal 9”.
Tras la aplicación del Expediente, se abrió un proceso de
negociación con los sindicatos que finalizó el 4 de Enero de 2013. En este
proceso los sindicatos propusieron las siguientes medidas para reducir el
impacto del ERE: traspasar 150 trabajadores de la cadena a la administración,
proponer prejubilaciones para aquellos trabajadores de 55 años de edad o superior, bajas
incentivadas y voluntarias, poner un límite en 50.000 euros anuales para los
salarios más elevados, reducir el número de colaboradores, en su mayoría
tertulianos, una reducción del sueldo de los trabajadores hasta un 50 %, una reducción de directivos y despedir a 100 empleados con un sueldo medio de
50.000 euros por considerarlos personal duplicado o innecesario, medida con la
que se podría llegar a ahorrar 3,5 millones de euros.
Por otra parte, propusieron controlar el gasto para adpatarse a la reducción de subvención,
dedicando 42,5 millones a gastos de personal, 12,6 millones a compras y consumos,
12,3 millones a indemnizaciones y 13,3 millones a servicios exteriores.
El proceso de negociación finaliza sin acuerdo entra directiva
y sindicatos. De esta manera, el 12 de Enero se materializaba el
despido de 790 trabajadores a través de burofax. Entre esos trabajadores no se encontraba
ningún directivo.
Tras el fracaso de las negociaciones , los sindicatos
demandaron a la directiva del ente porque en ningún momento habían tenido una
actitud verdaderamente negociadora y por que consideraban el ERE injusto. El
Tribunal Supremo de Justicia de Madrid falló a favor de los trabajadores, considerando el ERE improcedente. Además, obligó a la directiva a readmitir a los
829 trabajadores despedidos hasta la fecha, o a pagarles, no 20 días por año
trabajado, sino 45. Frente a esto, Ignacio González aseguró en los medios que
bajo ningún concepto habría readmisiones
Los sindicatos, en vistas de que el consejo de Administración del Ente no iba a readmitr a los
trabajadores despedidos, objetivo primordial de su lucha, y ante el recurso planteado por Telemadrid, decidieron recurrir también
la sentencia al Tribunal Supremo, de manera que la sentencia final está aun por
decidir.
La subcontrata de TSA
Después del ERE, la carencia de esa masa de trabajadores se
ha suplido a través de subcontratas a empresas privadas, una de ellas es
Telefónica Servicios Audiovisuales (TSA), de donde procede el actual director general de Telemadrid, José Antonio Sáchez Domínguez.
La empresa TSA ha cobrado desde que se llevo a cabo el
despido cerca de 1.200.000 de euros. A esto hay que añadirle el hecho de que se
está sustiyendo empleo estable por subempleo ya que los trabajadores de TSA
están cobrando un sueldo que oscila los mil euros, de hecho, Ángel García
asegura que “hay gente trabajando en TSA que cobra menos en Telemadrid que
cuando estaba en el paro".
Si nos ceñimos a las cifras, el ente público se está
ajustando francamente mal a la reducción de la subvención ya que, de momento,
desde la aplicación del ERE se han pagado más de 26 millones de euros a los
despedidos, estas indemnizaciones podrían llegar a los 70 millones de euros después
de la sentencia del TSJM, por otra parte, se les está pagando el desempleo a los
trabajadores despedidos y además, la directiva ha pagado 1.200.000 euros a TSA
desde que se la subcontrató para sustituir a los despedidos.
Por ello, más que
una forma de ajustarse a los parámetros económicos, el ERE y las demás medidas
de ajuste configuran una forma de hacer política que el Partido Popular de
Madrid está llevando a cabo, no solo en este sector, sino también en sanidad y
educación; y que se basa en las privatizaciones. De esta manera, los servicios que antes se gestionaban públicamente, se convierten en instrumentos de negocio para las empresas, dirigidas muchas de ellas por ex políticos o por personas allegadas a ellos.
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